La unión hace la fuerza
20 de octubre de 1964
El 20 de octubre de 1964, TVE estrenó La unión hace la fuerza, el primer gran concurso de su historia. Hacía solo 8 años que la televisión había comenzado sus emisiones regulares en España y hasta el momento los concursos que se habían realizado, en esos primeros años, eran de preguntas y respuestas con decorados y puesta en escena muy simples. La unión hace la fuerza, rompió moldes y marcó tendencia.
Hicieron algo infrecuente en la época: miraron que triunfaba en otros países y copiaron. Del formato francés La tête et les jambes salió la idea de hacer equipos mixtos de intelectuales y deportistas, y del italiano Campanile Sera la de competir entre pueblos. Un equipo con dos concursantes representaban una provincia española, y formaban equipo. Un equipo de dos concursantes debía responder a preguntas de cultura general, uno desde el estudio, y si fallaba, se daba la alternativa al deportista, que venía al rescate con una prueba física. Y así, de alguna manera, la fuerza ayudaba al cerebro.
Las pruebas físicas se llevaban a cabo en distintas poblaciones, con una unidad móvil, lo que daba gran espectacularidad al concurso, y también mucha complejidad para la época. El primer presentador fue Alberto Olivares, muy popular por ser el presentador del famoso programa de radio Ustedes son formidables. Pero la tele es mucho más compleja que la radio y se vio superado por los frecuentes fallos técnicos o retrasos en las conexiones, así que la segunda temporada la presentó Mario Beut, que ya estaba más habituado al medio y, por lo tanto, demostró mayor temple ante los imprevistos.
El enorme presupuesto y complicaciones técnicas llevaron al programa a despedirse en 1966, pese a tener una gran popularidad. No fue hasta 1968 que volvería a la pequeña pantalla un concurso de gran formato: Un millón para el mejor.
La Unión hace la fuerza se realizaba desde los estudios de Miramar de Barcelona, de donde habían salido los programas más arriesgados de la TVE de los primeros años. Fue el primero de una serie de concursos y programas que tenían su génesis en la rivalidad entre distintas regiones de la geografía española. Los local games fueron muy populares en la televisión franquista, quizás por la exaltación de los valores patrios que demostraban sus participantes.
El programa fue una creación del realizador Gustavo Pérez Cruz, que había estado en TVE desde sus inicios con programas como Teatro Apolo y se había especializado en dramáticos, dirigiendo algunos de los más innovadores, como Don Juan Tenorio o Doce hombres sin piedad.